domingo, 8 de febrero de 2015

La gran noche de Dani Rovira y La isla mínima

Por Ramón Ruestes Faire


Será la primera gran noche del cine español que sigo y realmente no sabía lo que me perdía. Es un auténtico gusto poder disfrutar del elenco de estrellas presentes en la gala. Un agradecimiento sincero a todos los que hacen posible estos premios, una forma diferente de gozar de las grandes estrellas de la pantalla española.

La gala empezó con una preciosa introducción musical, en la que actores y cantantes se unieron para realizar un pequeño repaso a la historia de la música española. Una magnifica puesta en escena que da un magnifico pistoletazo de salida a la gran noche del cine español.

El presentador de la gala en esta ocasión fue Dani Rovira y uno de los claros triunfadores de la noche. Hizo un trabajo descomunal como conductor de la gala, con un gran sentido del humor durante toda la ceremonia y manteniendo una humildad solo al alcance de muy pocos en su situación. Destacar también su perfecto trato con el Ministro de Cultura José Ignacio Wert. Dani aspiraba a una noche festiva, como tiene que ser la fiesta del cine español, y lo materializo a la perfección.

No voy a realizar un artículo escrupulosamente informativo, dado que la prensa o la red estarán llenos ellos, ni tampoco voy a analizar cada premio ni cada película, básicamente porque mis compañeros y yo mismo ya hemos analizado parte de esas obras. Tampoco soy un experto en todas las categorías del cine para poder analizar cada premio uno por uno. Intentaré transmitir opiniones y sensaciones que la gala consiguió transmitir.

La noche empezó con el galardón a una de mis favoritas. La deliciosa Ida se llevó el Goya a Mejor Película Europea. Una exquisita película que tuve la suerte de ver y comentar. Sin duda, una de las mejores películas nominadas en los Goya aunque, al no ser española, solo aspiraba a esa categoría. La nominación y más que posible éxito en los Oscar completarán el palmarés del trabajo de Paweł Pawlikowski.

A partir de entonces empezó a coger forma la gran triunfadora de la noche. La isla mínima de Alberto Rodríguez empezó su recogida de premios con el Goya al Mejor Vestuario para Fernando García. Seguidamente, la magnífica Musarañas se llevaría su único galardón de la noche, el Goya a Mejor Maquillaje y Peluquería. El trabajo de una emocionada Carmen Veinat y José Quetglas recibió su justo reconocimiento.

Con únicamente tres Goyas, la gala ya nos presenta a uno de los premios más importantes. El Goya a la Mejor Actriz Revelación. La isla mínima se alza con su segundo premio de la mano de Nerea Barros. La actriz gallega de 33 años recogía el premio con mucha emoción, sin poder ocultar su ilusión al recibirlo. Su reacción humana y sincera es una parte fundamental de la Gala, una parte fundamental para mostrar a los actores, actrices y al resto de profesionales del cine su lado más cercano.

Sigue la noche con el Goya al Mejor Montaje para José M.G. Moyano y el Goya a la Mejor Dirección Artística para Pepe Domínguez, ambos por La isla mínima. Con el Goya al Mejor Sonido se alzan Sergio Bürmann, Marc Orts y Oriol Tarragó por El niño. La otra gran favorita de la gala que hasta ahora parecía olvidada se alza con su primer Goya. La gala sigue con otro Goya para La isla mínima por la Mejor Fotografía para Alex Catalán.

El director de la Academia, el Sr Enrique González Macho salta al escenario para elogiar al cine español y hacer un bonito discurso sobre él. Para mí, el discurso decae al reivindicar la bajada del IVA cultural. Aunque el IVA cultural sin duda es un lastre a superar para la cultura en general, su aire forzado al decirlo, la presencia del Ministro de Cultura en la gala, y más concretamente, sentado a su lado y sus continuas risas y comentarios entre ellos durante la gala muestra cierto grado de demagogia o de una reivindicación a la que se vio forzado. El ambiente festivo de la Gala se vio alterado por unos momentos por sus declaraciones y sinceramente, la fiesta del cine español tiene que ser una fiesta, las reivindicaciones no tendrían que tener lugar en él, por muy justas que sean y por mucha tradición que tengan. También eché de menos agradecimientos al resto de televisiones públicas españolas. Nombró a Radio Televisión Española, y se dejó en el tinte a TeleMadrid o Televisió de Catalunya, entre otras, aunque alguno de los premiados sí agradeció la colaboración de estas y de Canal Plus. Me hubiera gustado más pluralidad en su discurso, dado que TVE no es la única que contribuye al cine estatal.

Superada la intervención del director de la Academia, se lleva el Goya al Mejor Cortometraje de animación Giovanni Maccelli por Juan y la nube, Mejor Cortometraje Documental para Miguel López Beraza por Walls y Mejor Cortometraje de Ficción para Patricia Font por Café para llevar

Repartidos los Goya a los cortos, coge forma la otra triunfadora de la noche. Ocho apellidos vascos se alza con su primer Goya por Karra Elejalde como Mejor Actor de Reparto.

Seguidamente, el Goya Honorífico y Antonio Banderas cogen todo el protagonismo. Un recuerdo a su dilatada carrera y a su magnífico éxito en España y Estados Unidos le justifica tan preciado Goya. El gran Pedro Almodóvar le presenta con gran cariño, como se desprende que trata a todos sus pupilos. Dentro de su presentación, agradece a todos los amigos del cine su presencia, y quita al Ministro de Cultura dentro de esa categoría. Aun siendo la crítica más dura de la noche, la contundencia y sinceridad en sus palabras le dieron un tinte más acertado, aunque más duro, que la del director de la Academia. Cabe destacar la libertad de expresión también en una gala de ese calibre y el hecho de que él hablaba en su nombre y no en representación de nada. 


Nos encontramos con otro gran premio de la noche, el Goya a la Mejor Dirección Novel. Carlos Maques-Marcet se alza con el premio por 10.000 km. Un premio que no tenía nada fácil, dada la nominación de Juanfer Andrés y Esteban Roel por Musarañas. Sin duda, un reconocimiento al gran trabajo que realizó en la película catalana. Ambos directores presuponen un futuro prometedor para el cine de nuestro país. 

El niño se lleva el Goya a los Mejores Efectos Especiales de la mano de Raúl Romanillos y Guillermo Orbe.

Ocho apellidos vascos se lleva su segundo galardón de la mano esta vez de Carmen Machi en la categoría de Mejor Actriz de Reparto. En su discurso, lanza un mensaje a la gran Amparo Baró, fallecida hace unos pocos días. Su tándem en 7 vidas les catapultó al éxito a ambas y su dedicatoria en un momento así fue un gesto realmente precioso.

La gala sigue con el Goya a la Mejor Música Original para Julio de la Rosa por La isla mínima y el Goya a la Mejor Canción Original para India Martínez por El niño. Preciosa canción la interpretada por India durante el film, sin duda una de las cantantes con más presente y futuro del panorama musical.

Llega el momento de culminar el éxito de Ocho apellidos vascos y en especial de Dani Rovira y de corroborar la desdicha de El niño. Dani Rovira se lleva el Goya a Mejor Actor Revelación por su magnífica interpretación en Ocho apellidos vascos, por delante de Jesús Castro. Dani Rovira nos deja el momento de la gala, con su beso a Clara Lago, su compañera de reparto y actual pareja y su posterior felicitación, con una humildad digna de admirar, a Jesús Castro. Sin duda, Dani Rovira se alza como el gran vencedor de la noche en su conjunto, y Ocho apellidos vascos ve recompensado su gran éxito en taquilla y el gran trabajo de todo su reparto.

Seguimos con el Goya, Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo se lleva dos Goyas casi consecutivos por Mejor Guion Adaptado para Javier Fesser, Cristobal Ruiz y Clara García y a la Mejor Película de Animación para Zeta Cinema (Francisco Ramos, Luís Manso). La isla mínima se alza con otro Goya por el Mejor Guion Original para Rafael Cobos y Alberto Rodríguez y El niño con el Goya a la Mejor Dirección de Producción para Edmon Roch y Toni Novella.

Damián Szifron y sus Relatos salvajes también tuvieron su turno con el Goya a Mejor Película Iberoamericana. La película nominada a los Oscar solo se llevó ese Goya a casa, aunque estaba nominada en múltiples ocasiones. El niño se llevó los premios que dejó La isla mínima y dejó poco margen de éxito al resto de favoritas. También tuvo su reconocimiento el documental de La búsqueda de Paco de Lucia con el Goya a Mejor Película Documental para Ziggurat Films.

Repartidos ya la mayoría de los Goya, nos situamos en el momento clave de la noche, quedan los cuatro galardones más importantes, los más deseados por los nominados. El primer elegido es el Goya al Mejor Actor Protagonista. Dos nominaciones para La isla mínima en esta categoría, Raúl Arévalo y Javier Gutierrez, además de Ricardo Darín por Relatos salvajes y Luis Bermejo por Magical Girl. Javier Gutierrez se lleva el Goya al Mejor Actor Protagonista por delante de su compañero de reparto Raúl Arévalo, al cual agradeció su trabajo y amistad.

El segundo gran premio de la noche llegaba de la mano de la Mejor Actriz Protagonista. Con María León por Marsella y Elena Anaya por Todos están muertos, el duelo se intuía entre las grandes actuaciones de Macarena Gómez en Musarañas y la de Bárbara Lennie en Magical Girl. Al final, Bárbara Lennie, actriz madrileña de 30 años se llevó el Goya por Magical Girl, la película olvidada hasta el momento. Sin duda, el Goya a Mejor Actriz Protagonista es uno de los más importantes y desde mi punto de vista, fue uno de los más reñidos. Tanto ella como Macarena Gómez podrían habérselo llevado sin ningún problema.

Los dos premios restantes, el Goya a Mejor Dirección y el Goya a Mejor Película, culminan la gran noche de La isla mínima. Alberto Rodríguez se alza con la gloria con los dos galardones más importantes del cine español y ensalzan a La isla mínima como la gran triunfadora de la noche. Una merecida felicitación para todos los que han hecho posible su éxito. Gracias a este tipo de obras, el cine español tiene el gran reconocimiento nacional e internacional del que goza actualmente.

En resumen, La isla mínima es la gran triunfadora de la noche con 10 premios, entre los cuales están la mejor dirección y la mejor película. Dani Rovira triunfa como maestro de ceremonias y se lleva el Goya al Mejor Actor Revelación, que junto con los premios para Carmen Machi y Karra Elejalde elevan a 3 los premios a Ocho apellidos vascos. El niño, segunda en nominaciones, se queda a las puertas de casi todos los premios y solo se alza con 4 Goyas por culpa en gran parte de La isla mínima. Magical Girl se lleva el preciado Goya a Mejor Actriz por Bárbara Lennie y Relatos salvajes se queda únicamente como Mejor Película Iberoamericana.

A nivel personal, seguiré de cerca el trabajo de Bárbara Lennie y el de Nerea Barrós, Goyas a Mejor Actriz y Mejor Actriz Revelación, un gran reconocimiento para ambas que no es fruto de la casualidad.

La gala en su conjunto fue realmente buena. Dani Rovira supo dar el ambiente de fiesta del cine a la perfección. Las actuaciones intermedias en un principio fueron un gran acierto para amenizar la fiesta. Dicho esto, no se tuvo en cuenta la hora y ciertas actuaciones o conciertos pasada la media noche perjudicaron el conjunto e hicieron la que la gala se hiciera un poco larga. Cabe destacar también algún error en las cámaras y los típicos errores sin importancia fruto de los nervios de los encargados de dar los Goya.


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